¡Hola a
todos! Buen día, buenas tardes o buenas noches. Este martes recontra soleado trae
consigo mucha tranquilidad… jajá ¿Por qué hablo como adulto? Nosé. Pero hoy
estoy muy feliz que voy a hablarte sobre uno de mis grandes gustos, la fotografía. Y para ello voy a contarte
sobre una cámara que ya tiene sus años, la Brownies
retro.
“Trae contigo
una Brownie”, decía el anuncio y, en 1900, el año de su introducción, 150.000
personas así lo hicieron. Para 1907 se habían vendido más de un millón. Fue llamada
Brownie por unos personajes de libros infantiles del siglo XIX. La cámara de
uso sencillo fue creación de George Eastman, fundador de la compañía Eastman
Kodak. Originalmente se vendió por un dólar y puso la fotografía al alcance de
todos, incluso Ansel Adams, cuya primera cámara -una Brownie- fue regalo de sus
padres durante un viaje familiar a Yosemite.
Hasta su desaparición en 1970, fue la cámara de los recuerdos, utilizada
para tomar fotografía de bodas, graduaciones escolares, mascotas, bebés, fiestas
de cumpleaños, disfraces de noche de brujas e incontables “momentos Kodak”. Antes
de Brownie, la fotografía era un pasatiempo elitista y costoso. La Brownie
cambió todo eso. “Kodak no solo vendía una cámara, vendía un estilo de vida íntegro”,
afirma el curador de la Casa George Eastman, Todd Gustavson. Emplear una
Brownie era darle a cualquier situación el estatus de ocasión especial. A través
de su lente aprendimos cómo y qué recordar.
Fuente: Revista NATIONAL GEOGRAPHIC, EDICIÓN
ANIVERSARIO 125 AÑOS, OCTUBRE DE 2013. Texto por Cathy Newman.
Corto y conciso. ¡Nos vemos!
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