Definitivamente ya termine las clases, y
ya se hizo el acto de fin de año. Recibí la bandera nacional con un promedio
general (de todos los años) de 9.54 y también me entregaron el diploma a Mejor
Promedio. Feliz.

Por estos días estoy descansando y pagando
mi amplia deuda de sueño que genere este año por tantas trasnochadas…
Cuando te sientas cansado por dentro y por
fuera, hace como yo, recorda todo lo bueno de tu vida y mira hacia al cielo
celeste, y vas a sentir que todavía hay más cosas para conquistas y que hay esperanza. Eso siempre me da resultado
y me impulsa a seguir por más y más. Por la biblia dice “para el que cree, todo le es posible”. Ya se nos acerca Navidad y
con ella Año Nuevo, y creo que es tiempo de hacer un balance general (contablemente
hablando) y analizar qué cosas están bien y qué debería mejorarse. Sin más
palabras, esto fue todo por hoy.
Anda por más…